domingo, 25 de septiembre de 2016

CAMINO (Relato)



En la ventana hay posada una  libélula  que  pareciese que me  observa: siempre fueron unos seres fascinantes y entrañables para mí. Sus grandes ojos siento que me dicen: “Tranquila todo esta bien”.
Desde mi cama me deleito con los primeros rayos  de sol y mi habitación adquiere unos matices muy relajantes. Hoy le encargue a Margot recados en el pueblo para que estuviese entretenida toda la mañana. Es una fantástica  chica que me acompaña  y me hace la  vida mucho más fácil desde hace veintisiete años pero hoy quiero y necesito estar sola.
La soledad… amo esos momentos de soledad cuando entro en estado de paz y puedo sumirme en lo más profundo de mi ser y analizo mis obras, mis pensamientos y actos pasados.
Pero es hoy, es hoy cuando siento la necesidad de estar conmigo misma de una manera muy especial y esta soledad y el estar tumbada en mi cama me permiten tener un momento realmente para mí.
Margot salió hace un momento y no volverá hasta la tarde, pues, después de los recados, comerá en casa de su tía Delfina que fue quien la cuidó desde que nació ya que su madre, tristemente, falleció en el parto. En aquellos años y más en el lugar que nos encontramos un parto complicado la mayoría de las ocasiones terminaba de una manera trágica. Margot es una cría maravillosa y digo cría aunque ya tiene cincuenta y cuatro años. Es una persona que siempre está con la sonrisa en el rostro y de buen humor y que allá donde va lo ilumina todo de luz y alegría. Verdaderamente soy afortunada de haberla tenido a mi lado todos estos años.

viernes, 9 de septiembre de 2016

En la sala de espera (dibujo a tinta china)



Se lanzó al abismo
cual trapecista sin red
esperando el columpio
que a destiempo llega
En el vértigo
de una caída constante
no encontró quien le dijera
cómo amortiguar el golpe
final.


      Nieves Collantes

Libelulas (Acrilico sobre puerta)

Acerca del amor que en piel de lobo anida
tendría que avisarte de que vengo
cargada de intenciones enredadas
en la piel de un amor sin pretensiones
Ni ganas de pelear ni hacerte daño
que la vida amor mío pronto pasa
que no hay motivo para desgarrar el alma
de quien con ella solo quiere acariciarte
por hacer de su paso algo más bello
y aún persiste inocente de tu lado.


         Nieves Collantes

Brisa (Acrilico roto sobre lienzo 70x30)

Orbayando sigo los recodos del río
A tientas en la niebla que difumina todo
En mi interior las cosas no son mucho más diáfanas
Los ojos de mi alma amanecieron ciegos
Me he perdido hace tiempo y nadie me rescata
Sigo caminando, espero que amanezca
Y un sol Mediterráneo me devuelva la calma 


                       Nieves Collantes

Viento del Norte ( Café sobre lienzo 70x100)